FICCIÓN


Infierno

Por Horacio Valencia

Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. 
Muchas cosas oí en el infierno.
Edgar Allan Poe


Despierta. Escucha los ruidos de la noche anterior. Sale de su habitación. Sube las escaleras. Crujen las escaleras. La alfombra roja tapiza todos los escalones. A cada paso dado se escucha un quejido similar al llanto apagado de una anciana. Al llegar al descanso gira su cuerpo, eleva las pantorrillas y levanta un poco la cabeza. El murmullo de la madera calla. Abre los ojos para distinguir alguna presencia en la planta alta. 

Saca de su bolsillo una pequeña linterna que tomó del buró, dispara el haz de luz hacia el segundo piso. La oscuridad se come el destello, se pierde en la nada. Avanza con lentitud y el chirrido se queja de nuevo. La luz de la lámpara se estremece, tiembla. Ya ha subido tres escalones y la imagen, que antes era confusa, ahora se va develando. Las escaleras crujen. 

Se detiene. Alarga el cuello. Agiliza sus pasos y llega al borde. Se acerca al espejo de la pared, justo frente a las escaleras; gesticula, abre y cierra la boca, levanta las cejas, arruga y alisa su frente, deja caer los párpados y los levanta con rapidez, repitiendo todos los movimientos faciales. La imagen del cristal, su silueta, no manifiesta expresión alguna. 

Con una mezcla de furia y miedo arroja la linterna al espejo. Los fragmentos de lámina se esparcen por el suelo, un chorro de luz rebota en las superficies, creando un escándalo luminoso. Desconcertado, vuelve a despertar.   

Horacio Valencia: Autor de los poemarios Libro de las Pasiones (2008), Rocío póstumo (2011) y 50 miniaturas 50 (2016). Director de ALTAZOR: asesoría literaria.